El 13 de mayo, el antiguo fabricante japonés de equipos de audio ONKYO (Onkyo) emitió un anuncio en su sitio web oficial, diciendo que la compañía está solicitando procedimientos de quiebra ante el Tribunal de Distrito de Osaka, con una deuda total de alrededor de 3,1 mil millones de yenes.
Según el anuncio, Onkyo se declaró insolvente dos veces consecutivas en marzo de 2021 y decidió cancelar su cotización. Para mantener la empresa a flote, Onkyo transfirió su negocio de vídeo doméstico a Sharp y VOXX, mientras que e. onkyo Music se transfirió a la francesa Xandrie, que opera el servicio de streaming de alta definición Qobuz. El resto del negocio de ventas nacionales y el negocio OEM fueron gestionados con dificultades por sus filiales Onkyo Sound y Onkyo Marketing, pero cesaron sus operaciones en febrero de 2022 debido a dificultades financieras y se declararon en concurso de acreedores en marzo.
Onkyo, que se centra en el mercado profesional de alta gama, se ha desplomado en los últimos años. Incluso tras la quiebra de la filial, Onkyo aún pretende seguir operando a pequeña escala con los gastos de gestión derivados de la transferencia del negocio de audio y vídeo para el hogar. Finalmente, no pudo evitar el deterioro de la rotación de capital y se declaró en concurso de acreedores.
Se puede observar que, de acuerdo con la demanda del mercado, la demanda de los clientes y la creación de productos de audio que satisfagan las necesidades de escucha de la amplia audiencia pueden seguir ocupando un lugar en la sociedad actual;